lo
compartimos.
El
primer sorbo,
ahuyentó el miedo.
Con el segundo,
te supe mi dueño.
ahuyentó el miedo.
Con el segundo,
te supe mi dueño.
Las
burbujas
calentaron mi alma,
calentaron mi alma,
tus
manos
me entibiaron
el cuerpo.
me entibiaron
el cuerpo.
En
el tercero,
comencé
a saborearlo.
a saborearlo.
Seco,
fuerte y fugaz.
Así
fue el instante
en
el que te amé…
después…