Dentro de tu cabeza,
Que tiene pocos centímetros de diámetro,
Cabe un megaparsec,
O sea más de tres millones de años de luz,
Y algo más de doscientos mil siriómetros
(y no importa que me haya equivocado
En las cuentas.)
Tú puedes fraccionar esa distancia
En kilómetros, en metros y hasta en micromicrones.
Puedes reducir todas las cosas
A porciones minúsculas:
Los cuerpos a moléculas,
Y a átomos,
Y escandir más allá, hasta mínimas nadas.
También puedes fraccionar los volúmenes
Y expresarlos con números y exponentes.
Puedes desmenuzar
El ritmo de una melodía,
o de un verso,
y reducirlos a esas partes componentes
cuya sucesión te produce
aquella necesidad de retorno de que hablan los
tratadistas.
Pero dime,